LA VUELTA AL COLE.
SENTIMIENTOS DE CULPA DE UNA MADRE EMPRENDEDORA
¿Ganas reales o depresión?
Por fin ha llegado el esperado día que toda madre y más si es emprendedora como esta servidora estaba deseando como agua de mayo… desde ya bien iniciado agosto.
Si, han sido unas ganas inmensas desde ya casi finales de julio, comienzos de agosto… estás leyendo bien… ya nuestros churumbeles se vuelven insoportables, ya no atienden a nada, ni a nadie… y aquí esta madre que perdió la paciencia a mediados de julio… ansiaba el tan esperado día de verlos entrar al cole.
Pero bueno, la verdad ha sido como todos los años desde hace 9 años, no hemos dormido bien, ninguna de nosotras, por los nervios, por las emociones en su caso y por el mío… porque ya voy sintiendo el vacío.
La pequeña me ha despertado a las 2.00 de la mañana, me he metido con ella a dormir un rato, me he vuelto a mi cama y a las 5.00 escuchaba susurros y me he asomado a la habitación de las niñas para ver que pasaba y me las he encontrado a las dos hablando entre susurros, porque la pequeña se había vuelto a despertar y la mayor la estaba intentando convencer de que se volviera a dormir.
Me he vuelto a meter en la cama con ella para que se volviera a dormir y a las 6.30 he salido de la habitación con el firme propósito de irme un rato a correr, ya que llevaba varios días sin salir a sentir mi yo entre los caminos de las montañas, volver a encontrarme para poder aliviar todos los pensamientos malos, negativos y miedos que nos cargan la mochila cada día de nuestro emprendimiento…
Pero… claro a esas horas es todavía de noche y la verdad es que salir a la montaña a correr tan de noche, hablando en plata ¡me da cague!
En fin, para las 8 de la mañana ya estaban las dos despiertas y con ganas de levantarse…
UN NUEVO CURSO, un NUEVO RETO, un NUEVO PROYECTO.
La verdad es que hoy me he puesto en la piel de mis niñas y se que ellas son como nosotras las emprendedoras, hoy ha sido un día de emociones y miedos, porque sobre todo la pequeña que pasa a primaria dejando atrás su etapa infantil… es un momento muy grande y muy emotivo, pues he de reconocer que me he tenido que guardar las lágrimas cuando me estaba despidiendo de ella en su fila.
Ellas también emprenden cada vuelta al cole. Ellas también sienten esos miedos que sentimos nosotras al comienzo.
Así, que no se vosotras, pero estas ganas de estar tranquila para poder tener unas horas seguidas trabajando sin interrupción, y al llegar a casa lo que me ha atrapado ha sido el silencio que me acabo de encontrar ,ya vuelve a estar la casa recogida si, pero el silencio que la inunda… ya no están las risas, las pisadas de correr descalzas, sus peleas que tanto me han enfadado… fíjate, me ha dado una nostalgia… que he vuelto a llorar, me han vuelto a salir esas lágrimas que se me habían quedado atrapadas antes en la puerta del colegio.
Ayyyy que somos muchas las de… _ ¡Que ganas tengo de que se vayan y me dejen tranquila!!
Pero yo reconozco que el mejor trabajo, el mejor proyecto han sido ellas, y el día que no me lo recuerde… pues seré una idiota, porque yo siento que no hay nada, ni un solo trabajo, ni un solo proyecto más importante que mis hijas, lo siento así y agradezco cada día al finalizar el día. Lo afortunada que soy por haber tenido a estas maravillosas pequeñas que pronto se nos convertirán en unas mujeres valientes y grandiosas.
Mis ganas y desesperos con que la vuelta del cole se produjera ya está aquí. Ya ha llegado tan ansiado día y ha sido como un puñetazo de realidad en la boca del estómago.
Me ha dolido cuando las despedía con la mano en la puerta del cole y sigue ese dolor que sigue reflejado ahí.
Claro que necesitamos nuestro tiempo para trabajar, relajarnos y estar en familia, pero como un buen negocio… tenemos que estructurar muy bien todos estos tiempos.
Tenemos que poner orden, porque si no ordenas tu vida y tus tiempos que tienen que ser todos igual de importantes y no mezclar, créeme que no saldrá tu trabajo, tu proyecto…
Así que mi pregunta para ti hoy, es.
¿Qué has sentido al dejar a tus hijos en la puerta del cole mamá emprendedora?
-
Te has sentido liberada?
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Te has sentido aliviada?
-
Te has sentido mala madre?
-
Te ha dado un poco de pena al verlos desfilar por la puerta del cole?
¡Sientas lo que sientas, está bien! Se nos exige tanto… a las mujeres emprendedoras y madres… que muchas veces nos sentimos como una botella de vino espumoso al que has agitado mucho y el tapón está a punto de saltar y si salta, de tanta presión no va ha quedar nada de líquido porque saldrá todo convertido en espuma… y le ocurrió a la Sirenita del cuento, pero no la de la versión de Disney…
“Cada vez que veo la espuma del mar no puedo dejar de pensar en ese trágico final en el que la sirenita se lanza por la borda del barco donde viaja con el príncipe azul y su estrenada mujer (que no es ella) convirtiéndose en espuma para recordar a las demás sirenas que su realidad o al menos lo que ella había fantaseado no podría ser nunca real porque lo había dado todo por un sueño imposible y no alcanzable.
Tanta presión amiga que llevamos, no nos dejan ver que pasamos por la vida con nuestros mejores proyectos al lado, sin darnos cuenta si quiera y perdiendo la paciencia, las formas y anhelando una hora más para dedicar a nuestros proyectos profesionales…, que al final cuando hayan crecido y ya no nos necesiten… nos convertiremos en espuma de mar.
Animo madre, emprendedora, mujer… no estás sola y sé que muchas veces saltamos como ese espumoso y nos perdemos en la vorágine del emprendimiento.
Si total, vas a seguir perdida una hora más… ¡párate, respira y date a ti misma permiso para soltar ese lastre de que NO LLEGO, NO PUEDO… JOOO QUE PESADOS MIS NIÑOS QUE NO ME DEJAN… ríete, ríe y ríe con ellos.
Te propongo que hoy a la vuelta del cole les des un inmenso abrazo… y les hagas saber que tu no vas a ser espuma. Que estarás ahí a su lado, aunque esto suponga quitar a tu locura de día algunas horas más.
NO QUEREMOS SER ESPUMA…
Te mando un caluroso abrazo y mientras tanto, te propongo algunas lecturas para tu mente, tu alma, tu emprendimiento y tu creatividad y como no, para los peques y no tan peques de la casa, para entender esta nueva etapa escolar… además, nos recuerdan a nosotros mismos lo importante de las pequeñas cosas que como niños que fuimos hemos olvidado.
